El lamento de la mente

De pie sobre un saliente rocoso
 en el punto mas alto de la encumbrada montaña
gritó con el gemido del nonato,
 crujido de huesos y quebrar de dientes
 entre las voces huecas del viento que Eolo
 entona plácidamente.
 Ser o no ser.
Visto lo Visto cuanto mas se aprende,
 a los hechos me remito,
 mas sola se siente la mente.
Ardua es la tarea,
 acallar las gargantas sin decir palabra.
Convencimiento absoluto es, lo que realmente le falta,
 porque de bien niño soñó que perdía
 siendo adulto,
 las alas.
El horizonte, como simbionte,
 regurgitaba a veces un diminuto eco,
 hojas de Whitman en pelota brava.
 Chanzas y venganzas de Quijote
 sin Sancho pero con Oronda Panza.
 Dilemas prostitutos del secretismo;
onanistas del todo a cien y sinceros
 (vaya putada)
 hasta consigo mismos.
 Ser o no ser, grito.
ser o no ser viento
 se por ser que se es las palabras.
 Que cada cual tome fonemas on the Rocks,
como le venga en gana...