Registrado en Safe Creative

miércoles, 25 de febrero de 2015

Los dioses tienen un humor caprichoso



El reproche vocifera amenazas
y las puertas de Rangpur atenazan
con férreos enigmas
todos los misterios de tu Karma
Shiva Destructora que teje proverbios
cánticos de  sonido atrevido
jamás fue temido,
en tertulias de secretos divinos.
El temor infunde desprecio al yo que crea,
mientras la carne se pudre
los dioses hacen apuestas
a doble o nada se reparten vidas
se cercenan esperanzas,
¡Solo es un juego! Gritan y se marchan,
y formamos parte, granos de arena dispersa,
por tantos vientos de guerra
violencia gratuita de Marte,
roja como la sangre
seca como sus lagunas eternas.


Oda a un pirata..




¿Que si soy qué?
Por ser,
Pirata de calificación,
que si tiene la ocasión,
robará de tu haber,
la parte más sensata,
sin que nada puedas oponer.
No se nace siendo,
Pirata, Corsario o Bucanero,
se aprende,
porfiando a la fuerza,
pero con esmero.
Primero, intentando entre palabras
ser mensajero sin alas
arrostrando  pesado cañón
de pluma dorada,
y un cuaderno de vida apaisada,
llena de pensamientos inconclusos,
ideas retorcidas,
vigías  del Anatema en tablas.

Pasando al grado mayor
heridas en marejada se hacen presente,
garfio por mano,
parche invidente,
terrible cicatriz, tamiz de la mente
producto del Azar en lucha,
lidiando con Morpheo
Oniro oscuro y vigilante,
por no perder un solo momento,
en esa lucha sin cuartel
robando segundos al sueño,
que de perder,
arrebata los encantos
de Hadas, Sirenas en mil ánforas de oro,
secretos,
que yo atesoré.

Mares surcados en mi haber
del mísero catre al secreter
divagando entre sonetos sin afeitar
oscuros semblantes de taberna y absenta,
cuartetos apareados en rimas adosadas,
Silabas entre olas desoladas.
¡Cuantos bajeles hundidos!
¡Cuantas Hermosas Amantes!
Y si me arrebatan el aguante,
entre rejas o por Tunante, que
sea bajo en símbolo de la calavera,
una dicha que siendo sincera,
no remunera con moneda,
te paga con cadenas suaves, de seda,
encerrándote,
esperándote como ballena boquiabierta,
al  Jonás que nunca libera.

Viéndome así,
bajo  prisma de lírica excelencia,
¿no es patético?
¡mas lo quisiera!
que siendo Bucanero metalizado,
no puedes tener mayor pena,
que amputar las letras de tus manos
no poder escribir
describir con proyectil
el sentir robado,
eso, sí, es mi Calvario.

Pero ¡Atentos!
El pirata excelso, sereno y fiero,
berberisco, filipino o pagado de si mismo
estilizando tinta en vitela delicada,
nunca alborota,
elige el momento, elocuente,
hasta para decir palabrota,
improperio rastrero,
crítica vil,
con lengua de lápiz color de marfil.
¿Ofender con las letras?
¡De eso nada! Hablar se apaña,
pero bombardeo dialectico,
tinta vana es lo que gasta,
el azul está lleno de tumbas de plata,
unas con epitafio,
otras innominadas.
Las Unas de aquellos que al escribir,
de si mismos lo mejor dejaron,
las Otras,
¡Hay las Otras!,
no tienen Porqué ni Cuando,
los que en ellas yacen,
por ir contando,
de la humanidad lo que les place,
con alevosía y sin clemencia,
de todo menos decencia,
en sus versos expresaron.

¡La verdad es que ay que reírse!
¿Has visto algún pirata triste?
-Yo soy el más vivo exponente, corazón vivo
mirada hiriente,
Pirata, Poeta independiente,,(sin clasificar en apariencia)
Tolerante y Llorón,
tristón galopante,
después del Ron caliente,
aguardiente del penitente
que al llegar a puerto esperan,
a mí, pirata encuadernado,
ladrón de letras de plata
y a ti, amante habitual,
que luces al  escuchar,
el semblante original de pálida calavera.