Soñamos como una necesidad vital, como inspirando la vida apasionadamente. Se nos acaba el tiempo desde el primer momento en nuestras conversaciones con Morpheo. Se despide de nosotros antes; siempre demasiado pronto; como si pretendiese burlarse de nosotros haciendo imposible la realización de nuestras más despiertas ilusiones.
En cualquier lugar del vasto y hermoso universo onírico aparecen como fantasmas eclécticos con formas de sonetos; cantados a voz en pecho por las gargantas hirientes de Fantaso y sus dos hermanos Morpheo e Iquelo; espíritus de oscuras alas que cada noche salen de su caverna en el Érebo como si fueran murciélagos y se regodean revoloteando auyentando la tranquilidad en los sueños de los hombres.
Elí de SibariEn cualquier lugar del vasto y hermoso universo onírico aparecen como fantasmas eclécticos con formas de sonetos; cantados a voz en pecho por las gargantas hirientes de Fantaso y sus dos hermanos Morpheo e Iquelo; espíritus de oscuras alas que cada noche salen de su caverna en el Érebo como si fueran murciélagos y se regodean revoloteando auyentando la tranquilidad en los sueños de los hombres.
Este es el registro de mis encuentros con esas atormentadas y engreídas criaturas invisibles.