"el
amor no lleva cuenta del daño". El amor esta preparado para aguantar
cualquier barbaridad excepto nuestro propio egoísmo. Nacemos ególatras y
mamamos de
la teta como si nos fuera la vida en ello y si nos la quitan Odiamos a
quien lo hace, por lo tanto el odio nace de la autoprotección; de la
misma fuente que mana el amor salen chorros de ira y odio a cascoporro.
Por lo tanto, al ser un sentimiento intrínseco al hombre/mujer puede ser
reconocido y espoleado al ritmo de "A por ellos que son pocos y
cobardes". Odiamos porque no nos amamos lo suficiente. Formamos parte de
una colectividad sin mente propia y otros son los que incluyen en
nuestra alimentación, grandes dosis de autocompasión que nos llevan por
el camino de la amargura social, los demás están de más, y en este país
eso significa ODIO generalizado a todo aquello que no concuerda con
nuestros ideales o intereses. El principio de ecuanimidad es una
estupidez como la copa de un pino si aún no hemos aprendido a amar.